Francisco Boix pasó varios años preso en Mauthausen, pero sus conocimientos fotográficos le permitieron trabajar como fotógrafo para los nazis.
Boix documentó lo que ocurría en el campo. Sus fotografías y su valentía para inmortalizar aquello que sus verdugos no querían que se mostrara al mundo, así como las peripecias que tuvo que llevar a cabo para esconder los negativos que más tarde sirvieron para inculpar a los asesinos en el Proceso de Nuremberg, son la temática del documental al que podéis acceder pinchando en el enlace de abajo.
Aquí tenéis el documental:
No dejéis de verlo, merece la pena para conocer esa historia de nuestro país que todavía no nos han contado y para entender la importancia de la fotografía como documento.
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